En las islas canarias esta típica canción de la niñez calaba en los corazones de unos niños que pocas veces veían llover. Gran Canaria, seca como ella sola, posee un clima primaveral que deja casi apartado por completo las precipitaciones.
Ver llover es un acontecimiento poco común en las islas, pero cada vez que este fenómeno meteorológico llega al archipiélago convierte los paisajes áridos en perfectas postales y caminos para practicar senderismo.
Los pinos canarios son característicos por soportar los cambiantes factores climatológicos. El pico de las Nieves ( pico más alto de la isla de Gran Canaria) está poblado de estos árboles.
Los días de lluvia son perfectos para pasar un día en el campo, hacer senderismo y disfrutar de la belleza interior de la isla y no solo de sus múltiples playas.
Aquí en Madrid los días de lluvia son bastante distintos a los que nos podríamos encontrar en la isla. Cuando cae agua en la capital parece como que se limpia un poco esta mala ciudad contaminada por el humo de coches y fábricas.
Aún así sigue siendo un buen momento para sacar nuestras botas de agua y amplios paraguas para movernos por las calles.
